Susana Vargas Varón
Coordinadora del Plan de Igualdad
C.E.I.P. La Cruz. (Dúrcal)
Resumen:
En
el libro se plantea un problema o una situación de la vida real, a la vez que
se propone una desdramatización y una solución adecuada a cada caso, siempre en
clave de humor. Los objetivos son: fomentar el respeto por la diversidad,
potenciar una actitud abierta y respetuosa ante determinadas problemáticas, favorecer
la i
Fragmento del libro:
Mi padre es ama de casa ¿y
qué?
Lo peor sucedió el día que en el colegio nos encargaron una redacción
titulada ``El trabajo de mi papá´´. Los
demás tenían padres que eran carpinteros, abogados, taxistas, padres
ingenieros, padres camareros, periodistas, padres funcionarios del Estado, y
todo tipo de padres por el estilo.
Yo era la única en clase que tenía un padre ama de casa. Cuando lo
dije, algunos niños y niñas estallaron en enormes carcajadas:
-¡Uuuhhh, el padre de Lucila es ama de casa!
-dijo sacando la lengua aquel niño de la tercera fila que se comía los
mocos.
-Sí, mi padre es ama de casa. ¿Y qué pasa? –dije yo.
-¡Juajuajuá!... ¡El padre de Lucila se pone delantal y friega los
cacharros…!
-Tu padre es un mandilete cocinete!
-¡Mandilete, mandilete, saca brillo al retrete!
-Me cantaron en el recreo.
Empecé a preocuparme pensando en la dichosa redacción que tendría que
escribir para el día siguiente.
¿Por qué no habría dicho que mi padre trabajaba de superhéroe espacial
en lugar de ama de casa?
Lo cierto es que aquel día volví a casa de muy mal humor, con un chicle
pegado en la cabeza y la rodilla lesionada.
¡Menos mal que papá estaría en casa y me contaría algo gracioso para
distraerme mientras me ponía alcohol en el rasguño!
Siempre lo hace cuando yo o mi hermano nos lastimamos. Mi padre
realmente sabe contar cosas graciosas que hacen reír.
Y esto no todos los padres lo saben hacer.
Pensándolo bien, mi padre y yo hacemos cosas muy interesantes y
divertidas.
Por ejemplo, la vez que me enseño a bailar el tango y la polca en la
cocina.
-¡PARA BAILAR EL TANGO HAY QUE AGARRAR MUY BIEN LA ESCOBA POR EL MANGO!
–cantaba a todo volumen abrazado al palo.
Y allí estábamos nosotros: mi hermano y yo y mi papá y hasta nuestro
gato Adefesio moviendo el esqueleto como locos y limpiando el suelo de paso. ¿Y
la vez que para merendar hicimos un pastel de chocolate y luego papá nos enseñó
a comérnoslo a mordiscos con las manos en la espalda? ¿Eh? ¡Eso sí que fue una
merienda!
Conozco este libro y lo quiero trabajar en mi aula, muchas gracias por compartir tu propuesta didáctica, está genial, la utilizaré con mis niños. ¡Un saludo!
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