Llega el verano, terminamos nuestros proyectos, nuestras actividades, echamos mano de nuestras memorias y cerramos de nuevo un curso, concretamente el 2011-2012, pero este año vamos mucho más allá, agradecemos el trabajo realizado a nuestras asesoras: Yolanda Toral (CEP de Motril), Milagros Jiménez (CEP de Guadix), Marian Jiménez-Casquet (CEP de Granada), y Ana Espín (CEP de Baza).
Sabemos todo lo que habeis trabajado para que la igualdad y la coeducación sea un hecho en nuestras aulas y desde aquí nos queda daros las gracias por todo lo que nos habéis aportado, ayudado, asesorado, aconsejado, enseñado, compartido, escuchado...
Me mandaron hace un tiempo un texto de Santiago Gamboa llamado "Mujeres de más de 45" y con el que sólo se nos ocurre deciros GRACIAS :-)
Las mujeres de
mi generación son las mejores. Y punto. Hoy tienen cuarenta y pico, incluso
cincuenta, y son bellas, muy bellas, pero también serenas, comprensivas, sensatas,
y sobre todo, endiabladamente seductoras, esto a pesar de sus incipientes patas
de gallo o de esa afectuosa celulitis que capitanea sus muslos, pero que las
hace tan humanas, tan reales. Hermosamente reales.
Casi todas, hoy,
están casadas o divorciadas, o divorciadas y vueltas a casar, con la idea de no
equivocarse en el segundo intento, que a veces es un modo de acercarse al
tercero, y al cuarto intento. Qué importa... Otras, aunque pocas, mantienen una
pertinaz soltería y la protegen como una ciudad sitiada que, de cualquier modo,
cada tanto abre sus puertas a algún visitante.
¡Qué bellas son,
por Dios, las mujeres de mi generación! Nacidas bajo la era de Acuario, con el
influjo de la música de Los Beatles, de Bob Dylan... Herederas de la "revolución
sexual" de la década del 60 y de las corrientes feministas que, sin
embargo recibieron pasadas por varios filtros, ellas supieron combinar libertad
con coquetería, emancipación con pasión, reivindicación con seducción. Jamás
vieron en el hombre a un enemigo a pesar deque le cantaron unas cuantas
verdades, pues comprendieron que emanciparse era algo más que poner al hombre a
trapear el baño o a cambiar el rollo de papel higiénico cuando este, trágicamente,
se acaba, y decidieron pactar para vivir en pareja, esa forma de convivencia
que tanto se critica pero que, con el tiempo resulta ser la única posible, o la
mejor, al menos en este mundo y en esta vida.
Son
maravillosas y tienen estilo, aún cuando nos hacen sufrir, cuando nos engañan o
nos dejan. Usaron faldas hindúes a los 18 años, se cubrieron con suéteres de
lana y perdieron su parecido con María, la Virgen, en una noche loca de viernes
o de sábado después de bailar. Se vistieron de luto por la muerte de Julio
Cortázar, hablaron con pasión de política y quisieron cambiar el mundo, bebieron
ron cubano y aprendieron de memoria las canciones de Juan y de Pablo. Adoraban
la libertad, algo que hoy le inculcan a sus hijos, lo que nos hace prever
tiempos mejores, y, sobre todo, juraron amarnos para toda la vida, algo que sin
duda hicieron y que hoy siguen haciendo en su hermosa y seductora madurez. Supieron
ser, a pesar de su belleza, reinas bien educadas, poco caprichosas o egoístas, diosas
con sangre humana. El tipo de mujer que, cuando le abren la puerta del carro
para que suba, se inclina sobre el asiento y, a su vez, abre la de su pareja
desde adentro.
La que recibe a
un amigo que sufre a las cuatro de la mañana, aunque sea su ex novio, porque
son maravillosas y tienen estilo, aún cuando nos hacen sufrir, cuando nos
engañan o nos dejan, pues su sangre no es tan helada como para no escucharnos
en esa necesaria y salvadora última noche en la que están dispuestas a
servirnos el octavo whisky y a poner, por sexta vez, esa melodía de Santana. Por
eso, para los que nacimos entre las décadas del 40, 50 y 60, el día de la mujer
es, en realidad, todos los días del año, cada uno de los días con sus noches y
sus amaneceres, que son más bellos, como dice el bolero, "cuando estás tú"...
¡Qué bellas son, por Dios, las mujeres de mi generación! Y si es más de 45....A
medida que avanzo en edad, valoro las mujeres que tienen más de cuarenta y
cinco, más que a cualquiera.
Aquí hay
algunas razones de por qué. Una mujer de más de 45 nunca te va a despertar en
la mitad de la noche para preguntarte "¿Qué estás pensando?".
No le interesa
lo que estás pensando. Si una mujer de más de 45 no quiere mirar un partido de
football ella no da vueltas alrededor tuyo. Se pone a hacer algo que ella
quiere hacer y generalmente es algo mucho más interesante. Una mujer de más de 45
se conoce lo suficiente como para estar segura de sí misma, de lo que quiere, y
de con quién lo quiere, son muy pocas las mujeres de más de 45 a las que les importa lo
que tú pienses de lo que ella hace. Una mujer de más de 45 ya tiene cubierta su
cuota de "relaciones importantes" y "compromisos". Lo
último que quiere en su vida es otro amante posesivo. Las mujeres de más de 45
están dignificadas. Es muy raro que entren en una competencia de gritos en el
medio de la ópera o en el medio de un restaurante caro. Por supuesto que si
piensan que te lo mereces no van a dudar en dispararte un tiro. Las mujeres de
más de 45 son generalmente generosas en alabanzas. Ellas saben lo que es no ser
apreciadas lo suficiente. Las mujeres de más de 45 tienen suficiente seguridad
en sí mismas como para presentarte a sus amigas. Una mujer más joven puede
llegar a ignorar hasta a su mejor amiga. Las mujeres se vuelven psíquicas a
medida que pasa el tiempo. No necesitas confesar tus pecados, ellas siempre lo
saben. Son honestas y directas. Te dicen directamente que eres un imbécil si es
lo que sienten sobre ti. Tenemos muchas cosas buenas que decir de las mujeres
de más de 45 y por múltiples razones. Lamentablemente no es recíproco. Por cada
impactante mujer de más de 45, inteligente, bien vestida, sexy, hay un hombre
de más de 50....pelado, gordo, barrigón y con pantalones arrugados haciéndose
el gracioso con una chica de 20 años.
Señoras, les
pido perdón por ello...
(Santiago Gamboa)
Gracias Yolanda, Mila, Marian y Ana