Rosa Suárez Muñoz,
Coordinadora del Plan de Igualdad
Conservatorio Profesional de Danza
“Reina Sofía”
Con
el fin de conmemorar el 8 de marzo el día internacional de la mujer, en nuestro
Centro llenamos el tablón de COEDUCACIÓN con biografías de destacadas mujeres
andaluzas, entre ellas, hemos intentado visibilizar algunas en el entorno de
las artes escénicas como es el caso que nos ocupa, María Mercandotti, y otras
como Dolores Serral, Florencia Pérez Padilla (Rosario), o Pastora Imperio…
María Mercandotti nació hacia 1801 en Cádiz. Con apenas nueve
años dio sus primeros pasos en la escena de Cádiz; su madre viuda y presa del
desamparo la subió a los escenarios más por necesidad que por otra cosa.
En 1810, tan solo había
una casa de comedias en Cádiz, que se encontraba en la calle de la Novena, y en
ese escenario comenzó su andadura artística..
En una de sus funciones
se le brindó una oportunidad única desde los palcos; Lord Fife, general del
ejército de España, la vió bailar y quedó prendado de su arte y su belleza, y
quiso conocerla; desde ese momento entró en la vida del aristócrata inglés, que
decidió hacerse cargo de su vida y de la de su madre, convirtiéndose en su tutor.
Hacia 1814 emigró a
Londres con su madre y su tutor, e inicia estudios con Monsieur Vestris. El 12
de julio de 1814 se presenta en el KING´S THEATRE de Londres, bailando
primorosamente la danza nacional favorita, LA CACHUCHA.
A finales de 1814 Lord Fife
se instala en París, donde posiblemente llevó a su pupila, de ser así, allí
comenzaría la verdadera formación clásica de la bailarina.
El 10 de Diciembre de
1821, la gaditana debutó en la Ópera de París junto a Antoine Coulon, teniendo
un gran éxito de crítica y público, a partir de entonces se le conoció como LA
VENUS ANDALUZA.,
De nuevo volvió a
Londres al KING´S THEATRE, allí tras su actuación en un acto de LES PAGES DU
DUC DE VENDÓME, tanto el MORNING POST, como el MORNING HERALD, se hicieron eco
de aquella “incomparable gracia de la
Mercandotti, mientras tocaba las castañuelas y movía sus brazos al unísono con
sus pasos”.
El 4 de enero de 1823
se inauguró la nueva temporada del King´s y ella volvió a actuar con EL
CARNAVAL DE VENECIA, en el que los diarios destacarían “la frescura de sus expresiones, sus movimientos correctos..ella no
parece saltar por encima de las leyes de la ciencia, sino saltar por la alegría
de su corazón”
El 8 de marzo llegó el
momento de su consagración y despedida en menos de 3 funciones; escenificó su
primer Gran Ballet Histórico “ALFRED LE GRAND”, ejecutando el papel de paje con
una impecable delicadeza que convenció a todos.
Pero para sorpresa de
todos María desapareció de la escena
dejando solo una nota como explicación aduciendo problemas de salud.
La gaditana no volvió a
bailar en un teatro nunca más, y no por motivos de salud sino por motivos del
corazón…Edward Ball- Hughes, un joven apuesto, educado, de buena familia y con
unas rentas ventajosas, le pidió matrimonio, se casaron y se instalaron en
Londres, aunque su matrimonio hizo aguas al poco tiempo, por la vida nocturna y
dedicada al juego del marido…María recompuso su vida como MADAME DUFRESNE,
aunque nunca volvería a bailar.
La figura de María
Mercandotti fue muy importante para la Escuela Bolera en el Siglo XIX, ya que
la internacionalizó y la paseó por los mas importantes teatros europeos…además
comenzó una formación clásica que fue crucial para la ejecución técnica de la
bolera y para evolucionar dicha técnica con las aportaciones que el Ballet
Clásico le iba otorgando.
Hacia 1814 emigró a Londres con su padre, e inició sus
estudios con Auguste Vestris, tras lo cual debutó ese mismo año
en el King's Theatre con un recital. Poco después se instaló en París para
trabajar junto a Jean-François Coulon y debutó en l'Opéra en 1821. Se retiró de
la escena en 1823, tras contraer matrimonio con su admirador Ball Hughes.
C. Paris / J. Bayo